RADIO LA HORMIGA MEDIO JÓVEN COMUNITARIO ECOLÓGICO DESDE PUYO-PASTAZA-ECUADOR

DESCARGA EL PERIÓDICO

Un mal de la salud que no se ha superado con equipos

26 jul 2010


http://src.eluniverso.com/data/recursos/imagenes/do12a180710,photo06_228_168.jpg

PUYO. Rodolfo López, director del hospital de El Puyo, junto al tomógrafo que recibieron el año pasado y aún no atiende a los pacientes.

La falta de imagenológos afecta a los hospitales que han recibido equipos del Ministerio de Salud; además, hay entidades que no tienen recursos e infraestructura para instalarlos; en otras hay aparatos que ya se han dañado.

En la administración de Caroline Chang, ex ministra de Salud, hospitales de 41 cantones del país recibieron equipos para diferentes áreas. La mayoría cuenta desde hace más de un año con mamógrafos y tomógrafos, pero no todos están en funcionamiento al momento.

Las razones principales son la falta de infraestructura y de profesionales en imagenología que realicen ese trabajo.

Jueves 15 de julio, casi mediodía. Mariana Ruiz lleva cinco horas en el hospital Abel Gilbert Pontón. Había llegado a las 06:30. Su intención: seguir un tratamiento para aplacar la molestia que le causan unos cálculos renales detectados hace ya dos meses. El médico le ha indicado que debe someterse a una cirugía, pero siente temor y a ratos también amargura, porque podría mejorar sin necesidad de una intervención. Le bastaría, dice, con una litotripsia (ondas de choque de alta energía a través de la piel que destruyen los cálculos).

Ese tratamiento podría tardar no más de una hora, según los especialistas, pero el litotriptor con que cuenta este hospital, conocido como Guayaquil o “del suburbio”, no funciona. Está ahí hace casi un año, dice el urólogo más antiguo del área, Ernesto Díaz Jurado, “pero todavía faltan adecuaciones, por eso no entra en funcionamiento”. No especifica cuáles, pero la falta de infraestructura para instalar los equipos adquiridos es repetitiva en los hospitales, algunos incluso todavía están empacados.

Esta situación se repite en el área de neurocirugía del hospital del suburbio, donde hace tres semanas recién se comenzó a probar un craneótomo automático (aparato que permite abrir pequeñas hendiduras en el cráneo de los pacientes que requieren de cirugías cerebrales). Este equipo se lo adquirió hace más de un año, entonces lo usaron solo por pocas semanas y se dañó, cuenta uno de los neurocirujanos que prefiere proteger su identidad y que tuvo la oportunidad de usarlo solo una vez; es decir, con un solo paciente.

En la página web del Ministerio de Salud (www.msp.gov.ec) no se publica el contrato de compra-venta de estos equipos, adquiridos dentro del plan de emergencias, para lo cual esta entidad ha contado con $ 40 millones. En febrero pasado, la ex ministra Caroline Chang dijo que la compra había sido realizada a la empresa holandesa Drager Medical y que no solo se trató de compra de equipos, sino que se incluyó el mejoramiento de infraestructura, acompañamiento técnico, capacitación y mantenimiento preventivo.

El costo de ese proyecto es de $ 38 millones. El 63% –$ 24 millones– lo aportó Ecuador y el 43% fue subsidiado por el gobierno holandés, también responsable de seleccionar a Drager Medical, aseguró entonces la ex ministra, en cuya administración se beneficiaron hospitales de 41 cantones. Este Diario buscó información en el Ministerio para conocer bajo qué parámetros se entregaron los equipos, por qué no funcionan algunos y la carencia de profesionales, pero no obtuvo respuesta hasta el cierre de esta edición.

En las casas asistenciales que han recibido equipos de rayos X y han tenido recursos han construido un área adecuada con las paredes y puertas plomadas, a fin de evitar el escape de radiación; además de hacer conexiones de energía eléctrica, adquirir transformadores, tramitar licencias en la Comisión de Energía Atómica y lo más importante: buscar especialistas para el manejo de esos equipos, tarea que ha sido la más complicada.

Sin embargo, asegura Bolívar Pico, secretario general de la Federación de los Trabajadores de la Salud del Guayas, la capacitación no se ha cumplido e incluso hay entidades “que recibieron los equipos hace más de un año, pero aún no tienen la infraestructura para la instalación o ahora no cuentan con recursos económicos para adquirir insumos, como las placas para tomar mamografías, por ejemplo”.

Esa carencia ha hecho que en la maternidad Marianita de Jesús, en el suburbio de Guayaquil, se suspendan las mamografías desde el pasado 28 de mayo. El miércoles, María Torres y Elda Barahona se quejaban, pues no habían podido hacerse ese examen, pese a que tienen órdenes desde abril pasado. “El médico me detectó una bolita en el seno, pero nadie me ayuda”, renegaba María, quien a sus 71 años teme que sea algún tumor maligno.

Su caso y otros pendientes están siendo derivados al hospital Guayaquil, pero esa casa asistencial, en cambio, está saturada, reconocen médicos y enfermeras. “Como profesionales tenemos toda la buena voluntad de atenderlos a todos, pero con la gratuidad nos tienen saturados. Más aún porque Guayaquil tiene un solo hospital público”, dice Hilda Rosado Chérrez, jefa del área de imagenología.

La situación se repite en Guaranda, donde la entrega de un tomógrafo y mamógrafo al hospital Alfredo Noboa Montenegro puso en apuros a sus directivos. A un año de recibidos los implementos aún no entran en completo funcionamiento. El primer aparato tiene problemas con una tarjeta que los proveedores buscan solucionar en Estados Unidos; mientras que el mamógrafo, según el director de Jaime López, está funcionando, pero cuando una paciente busca cita, en Información le indican que no hacen esos exámenes y desconocen cuándo los harán.

“Yo dije al Ministerio de Salud: ‘ustedes me mandaron un tomógrafo, ¿dónde está el imagenólogo?’”, recuerda López. Esa fue su principal preocupación, “por temor a que se convierta en un elefante blanco”, comenta. Por eso, con recursos del hospital, envió a una médica general (Johanna Chimbo, que es la encargada de hacer ecografías) cinco meses al hospital Eugenio Espejo, de Quito, a que aprenda el manejo del tomógrafo y luego haga exámenes.

La falta de especialistas en el manejo de esos equipos, cree Víctor Moreno, director del hospital de Tena, en Napo, radica en que es “difícil” que un imagenólogo con experiencia trabaje ahí porque el sueldo no es rentable. Pero el director de Salud, César Grefa, indica que al momento están viendo la posibilidad de que un especialista que labora en Puyo vaya a Tena a trabajar dos o tres días por semana.

Pero ese problema se repite en el hospital vecino de esa ciudad, en Pastaza, donde pese a haber recibido un tomógrafo el año pasado, recién el miércoles anterior se hizo oficial el acto de entrega, por lo que la fecha de funcionamiento todavía se desconoce, pues no ha sido instalado. Igual sucede con el mamógrafo, el cual todavía no ha sido ubicado en una área adecuada para realizar esas tomas.

Algo similar ocurre en el cantón El Guabo (El Oro). Ahí, desde el 2008 permanece empacado un ecógrafo que “nunca ha funcionado, ya tiene alrededor de tres años, pero los pacientes son enviados a Machala a hacerse tomas”, dice un médico que prefiere la reserva de su nombre. Una de las razones por las que no ha sido instalado, indican algunos profesionales, es que no hay espacio; incluso consultorios de la entidad construida en este Gobierno, pero ya presenta fallas en la infraestructura, han sido reubicados en otras áreas.

A diez minutos de ahí, en el cantón Pasaje, hace casi un mes se ha suspendido las mamografías porque hay una sola imagenóloga y ahora tiene permiso médico. Otro inconveniente, cuentan pacientes que prefieren viajar a Machala, es que los resultados los dan después de al menos un mes porque deben esperar la asistencia de profesionales de Machala, donde solo labora un imagenólogo, Juan Santos, quien de lunes a jueves atiende a 20 o 25 pacientes. Los viernes debe abandonar su consultorio para atender a las pacientes que llegan a la maternidad Manuela Ollague, de Santa Rosa, donde en ese antiguo y descuidado edificio funciona un tomógrafo; “pero no tenemos patólogos y debemos pedir asistencia a Solca o Machala”, dice el director, Richard Chiriboga.

Profesionales en imagenología es lo que también busca el hospital de Latacunga, en Cotopaxi, donde recién hace quince días se inauguró el área de rayos X, con mamografía, ecosonografía y tomografía, para lo cual se capacitó a tecnólogos médicos, con el especialista Fernando Ulloa como líder, pero falta contratar al menos a otro profesional médico y a tres técnicos, pues la capacidad es insuficiente. El doctor Byron Montenegro, director, reconoce las falencias; sin embargo, dice que hace un mes convocó el concurso público para cubrir la vacante de imagenólogo, pero se declaró desierto pues nadie se presentó.

La falta de instalaciones eléctricas adecuadas es otra de las trabas de los hospitales. En el Verdi Cevallos, de Portoviejo (Manabí), un tomógrafo y un mamógrafo, entregados en abril del 2009, recién empezaron a funcionar en octubre, pero los constantes cambios de voltaje ocasionaron la suspensión del servicio, que recién se retomó con alguna normalidad hace dos meses. Julio González, director del hospital, dice que se requiere de urgencia un sistema para regular el voltaje. El Ministerio de Salud se ha comprometido a adquirirlo, pero la espera sigue.


0 comentarios:

Publicar un comentario

 
 
 

AKIWAS REGGAE ANCESTRAL DESDE PUYO

MITOS Y LEYENDAS DE LA AMAZONIA

LA CIUDAD DE LOS MONOS